jueves, 15 de marzo de 2007

Zavala quiere ser Gobernador


La quinta columna de Mario Alberto Mejía

quintacolumna2005@gmail.com
El Verdadero Candidato del PRI.



Mucha tinta se ha escrito sobre el candidato real del ex partidazo a la Presidencia Municipal de Puebla.De entrada todos supimos que Javier López Zavala llevaba mano en la nominación y que a través de un amplio equipo de trabajo se estaba dando a la tarea de recorrer las colonias de Puebla, sobre todo las populares, los fines de semana.Pero algunos nubarrones aparecieron en el horizonte y se nos dijo que no, que el secretario de Gobernación ya no iría a tan codiciada, en su momento, posición.


En ese río de confusión apareció otro nombre: el de Javier García Ramírez, “amigo y servidor de ustedes”, quien le inyectó a sus afanes una buena dosis de publicidad.De nada sirvieron las comidas y las adhesiones de los constructores de Puebla.


García Ramírez no creció ni en las encuestas ni en el ánimo del gobernador Marín.Surgieron entonces otros nombres, hasta que algunos columnistas aseguraron que el bueno sería Roberto Ruiz Esparza, hoy convertido en articulista de Milenio Puebla.


Y daban sus razones:Roberto es una figura pública (fue futbolista y capitán de La Franja), es empresario (maneja una Hummer que a veces le presta al gobernador), fue diputado federal por el PAN (partido que hoy lo vomita) y tiene un buen jale con la gente (algunos ya ni se acuerdan de él).


El caso es que vino toda una campaña de medios para posicionarlo en la Opinión Pública, pero como ésta es una señora neurasténica pronto se olvidó del tema y se ocupó de otros asuntos que no vienen al caso comentar.


Hoy, cuando varias plumas apuestan que López Zavala se irá como candidato a diputado plurinominal y que Ruiz Esparza burlará los candados del PRI a través de algún partido chiquito, un lector poblano residente en Estados Unidos le envió un mail al quintacolumnista en el sentido de que durante su reciente visita a Nueva York el titular de Gobernación habló abiertamente de sus aspiraciones a ser el candidato del PRI a la Presidencia Municipal de Puebla.


Y más: solicitó apoyos económicos a los grupos de poder poblanos que radican allá.Y pone varios ejemplos locales.En efecto: Carlos Trujillo, secretario de Gobernación en la época de don Alfredo Toxqui, nunca llegó a ser gobernador.Y lo mismo les pasó a Humberto Gutiérrez Manzano, con Guillermo Jiménez Morales; a Héctor Jiménez y Meneses, con Mariano Piña Olaya; a Carlos Meza Viveros, con Manuel Bartlett Díaz, y a Carlos Arredondo, con Melquiades Morales.Este escenario toca, inevitablemente, a Javier López Zavala, quien podría tener –si no es que tiene- varias perspectivas: la candidatura del PRI a la Presidencia Municipal de Puebla, una candidatura plurinominal al Congreso del Estado y… su muy segura estancia en la Secretaría de Gobernación.


Los enemigos políticos de Javier –que los tiene, y en el propio gabinete- desearían que se jugara el todo por el todo para ser el abanderado del ex partidazo en la puja por la alcaldía poblana.


Y es que saben que si juega y pierde terminará enterrando su carrera política en el lugar más jodido del escenario electoral.O en el mismísimo Callejón del Gato, a donde ya han ido a caer varios personajes.Léase: Mario Montero Serrano y… Mario Montero Serrano.Llegar al Congreso por la vía plurinominal con la probabilidad notable de que gane el PAN le garantizaría a López Zavala ser líder, sí, pero de la bancada priista, lo que no es nada halagüeño para quien aspira a gobernar el estado.Por supuesto, sus enemigos, y vaya que los tiene, ya se frotan las manos en aras de que acepte esa posición.


La tercera ruta es la menos riesgosa y la más fructífera.Y es que de continuar en Gobernación nuestro personaje cosecharía todos los frutos maduros del sexenio.Y más: no se expondría a ser minimizado por quienes no tienen otro sueño que ese.Su dilema, hay que decirlo, es Shakesperiano.Por cierto: quienes han venido diciendo que hay un frente antizavalista en el gabinete gustan de ir de pifia en pifia.


(Y es que son los mismos que se equivocaron por completo en la composición del gabinete de Felipe Calderón).No hay que ver moros con tranchetes: el secretario de Gobernación es hoy por hoy el hombre de todas las confianzas del gobernador Marín.¿Alguien tendrá dudas?

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