CUITLATLÁN
¿Qué López Zavala quiere que gane el PAN en Puebla?
Fermín Alejandro García
La aparición de un grupo de manifestantes que el domingo intentó armar un desaguisado durante la inauguración del puente vehicular Hernando de Saavedra en contra del alcalde de Puebla, Enrique Doger Guerrero, es un claro mensaje del titular de la Secretaría de Gobernación estatal, Javier López Zavala, de que no quiere ninguna tregua con el edil capitalino. Pero también pudiera suponerse que es un indicio de otra cosa; pareciera que un sector del marinismo desde ahora ya da por adelantado que el PAN ganará el próximo año la presidencia municipal de la Angelópolis, y por tanto no le interesa en lo más mínimo mantener cohesionado al PRI.
El comportamiento del gobierno del estado de primero llamar –la semana pasada– al alcalde Enrique Doger a un encuentro con el gobernador Mario Marín Torres para generar una imagen pública de un buen entendimiento entre ambos mandatarios, y que unos días después un grupo de priistas vinculados a la Secretaría de Gobernación atacara a Enrique Doger en un acto público ha generado en algunos actores políticos la siguiente especulación:
Si en realidad existió un acuerdo entre el PRI poblano y el panismo nacional para favorecer electoralmente al PAN en el estado, a cambio de que el albiazul frene en la Cámara de Diputados el caso Lydiagate, pareciera que ese entendimiento no se cerró el 2 de julio e incluye un pacto para entregar el próximo año la presidencia municipal de Puebla al Partido Acción Nacional.
¿De dónde surge esa especulación? Pues de algo muy sencillo: si el PRI no cuenta con el apoyo de todas sus fuerzas –siendo una de las importantes la del alcalde Enrique Doger Guerrero–, se antoja imposible que pueda ganar los comicios locales del próximo año, dado que las preferencias electorales parecen estar favoreciendo al PAN
Por tanto, si la llamada “burbuja marinista”, encabezada por López Zavala, faltando relativamente poco para que arranque la contienda electoral se dedica a golpear a Doger cada vez que puede, sin el más mínimo rubor o discreción, quiere decir que no le interesa unir al PRI y mucho menos ganar las elecciones. Eso es lo que se dice.
Lo que sí es un hecho es que Enrique Doger ha decidido no responder a los ataques de Zavala. No se va subir al ring del secretario de Gobernación, que por esa vía busca dañar la imagen del edil.
En el equipo de Doger está claro que los ataques provendrán de dos posibles vías. Una tal vez serán posibles retrasos en la entrega de fondos públicos por parte de la administración estatal para de esa manera frenar la realización de obras públicas emprendidas por la Comuna.
La otra serían los vendedores ambulantes, a quienes se les estaría ofreciendo muchas cosas a cambio de que desaten la guerra contra la gestión dogerista.
La estrategia que se ha diseñado para enfrentar dicho golpeteo es que el gobierno municipal aumentará su atención a denuncias de corrupción; de atrasos en obras y deficiencias en servicios públicos –ojalá así sea, porque la ciudad parece que fueran calles bombardeadas por la aviación israelí–, y en concretar la mayor cantidad de proyectos, además de mantener un dialogo abierto con la oposición política, incluido el marinismo.
Ya que Doger tiene claro que si no termina con un gobierno bien posicionado en la imagen pública no solamente será vencido por los embates de la “burbuja marinista”, sino que su carrera política habrá terminado.
Lo acontecido el domingo también pone de manifiesto otra cosa, una vez más quedaron expuestas las burdas prácticas que utiliza López Zavala para hacer política.
Trascendió que a cada uno de los manifestantes que aparecieron el domingo se le pagó 400 pesos para que fuera a gritar consignas contra Doger, aparentando ser ciudadanos comunes y corrientes, cuando era obvio su origen al ser encabezados por el compadre del secretario de Gobernación y viejo operador del marinismo, Marco Antonio Gómez Virgen.
Una hora y media antes de que iniciara el acto inaugural del puente, funcionarios de la Comuna detectaron que había tres concentraciones de vecinos que se preparaban para manifestarse durante la presencia del edil Enrique Doger. Se mandó a una comisión negociadora y resultó que dos de esos agrupamientos eran de ciudadanos que en realidad enarbolaban demandas genuinas de obras públicas. Un tercer grupo permaneció callado, sus integrantes parecían ser meros espectadores del acto que en breve se iba a desarrollar.
Cuando llegó la comitiva de funcionarios públicos, entre los que se encontraban el gobernador Mario Marín Torres, Enrique Doger Guerrero y el secretario de Gobernación, el grupo que había estado callado empezó a protestar. Ninguno de los que estaban presentes dudo que se trataba de una maniobra armada por la gente de López Zavala, pues al frente estaba el ex funcionario de la Dirección de Vialidad Estatal y viejo marinista Marco Antonio Gómez Virgen, quien es el actual encargado del Consejo Tutelar para Menores Infractores.
Una vez que los colonos comandados por Gómez Virgen armaron su numerito y se retiró del lugar el gobernador, los supuestos quejosos lanzaron una porra a favor de Doger, pues los mismos que estaban protestando son los que luego están pidiendo apoyos al gobierno municipal.
Ayón recrimina a Gómez Virgen
Tan burda fue la participación de Marco Antonio Gómez Virgen en el acto de protesta contra Enrique Doger Guerrero, que trascendió que ayer fue llamado a cuentas por el secretario de Seguridad Pública y Vialidad Estatal, Mario Ayón Rodríguez.
Dicen que el reclamo que se le hizo a este marinista fue tal que si se vuelve a repetir un comportamiento así su permanencia en el gobierno podría estar en juego. ¿Será cierto?
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