El diputado federal del PRI Juan Pablo Jiménez Concha es verdaderamente voraz, pues busca a toda costa jugar a ganar ganar, bajo la mirada complaciente de la dirigencia estatal del PRI, que misteriosamente deja hacer y deshacer en esta región a este aprendiz de cacique.
Jiménez Concha, quien es heredero de los caciques de esa región, juega a ganar ganar, sin importarle a nuestro inescrupuloso personaje con qué partido sea.
De este modo, el diputado federal fue el más feliz por el acuerdo que se signó con el Partido Verde, mediante el cual la candidatura a la presidencia municipal de San Pedro se le entregó a este partido, porque ahí su carta es su primo, Geudiel Jiménez Flores, hijo del expresidente del Tribunal Superior de Justicia.
Pero, por si fuera poco, tiene su vela encendida en el PRI, por si la inconformidad de los tricolores logra echar abajo el acuerdo con el Verde; por eso apoya a Juan Taylor Morales, que también es carta del edil de la milenaria ciudad, Francisco Covarrubias.
Pero también tiene una vela encendida en el PAN en la figura de su también prima Dolores Parra Jiménez, quien le ganó en 2006 la diputación federal, y con quien ya llegó a acuerdos para repartirse el botín municipal en caso de que la panista gane.
Y por si aún faltara algo, otra esperanza del diputado federal del PRI es su otro primo, José Juan Espinosa Torres, hijo de Juan Espinosa Técuatl, tío a su vez de Jiménez Concha.
El aprendiz de cacique presume ser el verdadero dueño de Cholula, ya que bravuconamente afirma que su familia, los Jiménez —junto con sus parientes políticos— suman juntos capitales por más de mil millones de pesos, suficientes para comprar hasta las candidaturas.
NOTA:
Fragmento de la columna de Serpientes y Escaleras del periódico Intoleranacia
Marzo 3 de 2010
laserpientesyescaleras@hotmail.comRicardo Morales Sánchez
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